Con la derrota del día de ayer frente al Eibar, el Málaga cayó a lo más bajo que se puede caer: colista de la categoría. Aunque empatado a puntos con el CD Mirandés, el goalaverage general, que es lo que se mide hasta que finaliza el campeonato, les sitúa por detrás del cuadro jabato. Una dinámica de juego y resultados que se coció desde el inicio de temporada y que le costó el puesto a Pablo Guede y que, por ahora, Pepe Mel no ha sabido atajar. Un proyecto para ascender se ha transformado en una auténtica pesadilla situándose, transcurrido un tercio de liga, a ya más de un partido de distancia de la salvación.
Pero, además, el Málaga es colista, principalmente, por no ser capaz de ganar ante su afición y ser el peor equipo de la categoría en casa. A pesar de que La Rosaleda muestra su apoyo con entradas de público de otra categoría, solo ha logrado festejar una victoria este curso. Fue frente al CD Lugo e incluso, cuando esa la parecía lograr de forma tranquila, se la complicó al final. Una victoria, lograda el pasado 16 de octubre, que fue la primera que festejaba la afición blanquiazul desde noviembre de 2021. Un hecho que le hace que, en todo 2022, solo haya sumado 10 puntos como local.
Un dato que acerca peligrosamente al Málaga a batir no un récord que en España tiene el Sporting desde 1998 al solo sumar, en todo un año natural como local, 12 puntos. De aquí a que acabe 2022, el Málaga tiene cuatro partidos por jugar. Serán frente a precisamente Sporting, Ponferradina, Granada y Alavés. Si no saca al menos tres puntos, igualará o batirá ese paupérrimo balance de puntos como local.
No comments:
Post a Comment