El Cádiz no se ha olvidado ya ni lo hará de Rubén Sobrino. El manchego solo valora ahora mismo dos posibilidades para su futuro. La primera es que se quede en el Valencia, algo nada raro de acontecer ya que Bordalás ha cerrado cualquier puerta de salida a menos que haya alguna entrada. Algo que se aplica tanto para Sobrino como otros nombres que puedan salir de la plantilla. Pero ese efecto dominó en entradas y salidas puede ocurrir: Marcos André es la clave.

Si el brasileño acaba llegando al club ché como es obsesión de Bordalás y del propio jugador, Sobrino saldrá. Ahí es donde el Cádiz tendrá grandes opciones de poder sumarle de nuevo a la plantilla de Álvaro Cervera, que sería, entonces, un hombre feliz. Y es que el técnico cadista sumaría a sus órdenes a todos los jugadores que pretendía personalmente para este verano.

El club andaluz ya intentó fichar igualmente a Sobrino a través de una oferta al Valencia, pero fue rechazada o, más bien, ni siquiera fue considerada en Mestalla. Menos ya de tres semanas para el final del mercado y, salvo cambio de parecer en la capital del Turia, el Cádiz tendrá que estar atento a la situación por Marcos André.