El Arsenal quiere fichar a Tammy Abraham del Chelsea. Sin embargo, para ello deben vender un delantero que deje un hueco y algo de dinero en caja. Todo apunta a que el elegido es, dado que entra en último año de contrato y su renovación está estancada, Alexander Lacazette. El atacante francés tiene un salario muy elevado y, liberando ese salario más algo que se obtenga de su traspaso, se hará el encaje necesario. De ahí que por 17 millones de euros, el Arsenal permitiría que Laca cambiase de aires; cifra muy lejana a los 53 que pagó hace 4 años por el francés.

El futbolista, aún teniendo un papel relativamente secundario en el conjunto londinense, consiguió terminar la temporada pasada con 16 goles en 2.450 minutos (43 partidos). Un promedio de un tanto cada 144 minutos, demostrando que puede ser muy aprovechable para aquellos equipos que muestren interés. Sin embargo, la línea marcada por el proyecto de Arteta parece abogar por otro tipo de atacantes de condiciones distintas al francés.

En el pasado sonó y mucho, para el Atlético de Madrid. De hecho, de no ser por la sanción a los rojiblancos que no les permitía fichar, muy probablemente hubiera acabado a las órdenes del Cholo Simeone entonces. Volvió a la palestra varias veces más. El pasado mercado de invierno, cuando acabó aterrizando Moussa Dembélé, fue la última de ellas. En marzo el precio era de 35 millones de euros, con Sevilla y Roma también tras sus pasos, ahora solamente habría que invertir la mitad. Dado que el Atlético busca delantero, es una opción a considerar.